Este miércoles, el Manchester United superó 2-0 al Ajax para titularse en la Europa League. El duelo se disputó en Friends Arena de Suecia, donde anotaron el francés Paul Pogba (18’) y el armenio Henrikh Mkhitaryan (48’) para darle al club inglés el trofeo de campeón.
Con la victoria, los dirigidos por el portugués Jose Mourinho accedieron a la fase de grupos de la próxima edición de la Liga de Campeones.
El calendario de la actual temporada en el Viejo Continente bajará el telón el 3 junio, cuando Juventus y Real Madrid se midan en Gales por el título de la Champions.
El United se reconcilia con Europa
Nueve años llevaba el Manchester United sin saborear las mieles del éxito europeo. Nueve largos años a los que José Mourinho ha puesto fin en su primera temporada al frente de los ‘red devils’. Lo hizo tras vencer al Ajax en una final cargada de practicidad y pegada. Pogba, tras un rebote, y Mkhitaryan hicieron los goles para que el United tocase el cielo de Estocolmo y lanzase un aviso a Europa: el gigante inglés ha vuelto.
El sello Mourinho en este United es indiscutible. Ha desterrado la imagen de equipo frágil en defensa que condenó a los ‘red devils’ en los últimos años. Y sobre esa fortaleza en su primera línea ha cimentado su éxito en esta Europa League. Lo demostró ante el Celta y lo corroboró en Estocolmo. Dos golpes con su dosis de fortuna y en el momento preciso hicieron el resto.
Las propuestas de juego fueron totalmente opuestas. El United esperó y se arropó atrás, reforzado por su superioridad física y su mayor experiencia. Enfrente, el once más joven de la historia de una final europea con fuertes convicciones y una fe ciega en su estilo. Balón, balón y más balón. Así llegó el Ajax hasta aquí y no había motivos para ofrecer lo contrario en el momento decisivo.
El problema para los holandeses es que esta vez se encontraba con un equipo que supo anular sus virtudes a la perfección. Desapareció Dolberg, se apagaron Younes y Ziyech y se sintió cómodo, mucho, el United. Entre otras cosas porque a los 18 minutos Pogba se encontró con un gol tras un inofensivo disparo que Sánchez convirtió en veneno. El central desvió la trayectoria y engañó a Onana. El partido ya estaba donde querían los de Mou.
No supo el Ajax nunca encontrar el camino para hacer daño a su rival. Que Dolberg durase 62 minutos sobre el campo es el mejor ejemplo del sometimiento al que se vio sometido el conjunto holandés en ataque. Y más cuando tu delantero centro y máxima estrella se marcha con 0-2 en el marcador.
El golpe de gracia lo había dado minutos antes Mkhitaryan. A los tres minutos del segundo acto, y tras un saque de esquina rematado por Smalling, el armenio se inventó un remate en posición acrobática para castigar la inexperiencia holandesa.
