De acuerdo con las recomendaciones del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, la nueva investigación enfatiza las pautas de actividad física que ha demostrado ser más beneficiosa durante este periodo , así como los ejercicios que deben evitar estas mujeres, ya que podrían suponer un riesgo para el feto.
La actividad física puede iniciarse en la semana nueve de gestación y prolongrarse hasta la semana 39.
En cuanto al tipo de ejercicio, duración y frecuencia semanal, los expertos señalan que es importante la combinación de trabajo aeróbico y de fuerza en cada sesión, que debe ser de 45 a 65 minutos, durante tres o cuatro días a la semana .
Modalidades como el pilates o el yoga, frecuentemente recomendados durante este periodo, no están asociados con los beneficios fisiológicos descritos, sino con mejoras en la salud metal y reducción del dolor.
«Todo el que resulte extenuante (90% frecuencia cardiaca máxima), ya que puede aumentar el riesgo de hipertermia, deshidratación o reducción del flujo uterino con el consecuente riesgo de comprometer la salud fetal», subraya Sinc María Perales, autora principal del trabajo e investigadora del departamento de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
De la misma forma hay que posponer las carreras de larga distancia, trabajos de pesas y de contracción isométrica intensos, saltos, ejercicios con riesgo de impacto y caídas o en posición de tendido supino (boca arriba).
Vía: Entornointeligente