Toda la población infantil cubana en la etapa neonatal será protegida con una pesquisa contra la fibrosis quística (FQ), gracias a un anticuerpo monoclonal diseñado para confeccionar un diagnosticador y detectar tempranamente ese mal, confirmó el jueves el Centro de Inmunoensayo (CIE) de la isla.
“El colectivo se sumará a la búsqueda de otras enfermedades que realizan los científicos en el país en ese primer momento de la vida, y serán seis en total”, declaró a la Agencia Cubana de Noticias la doctora Rebeca Sonia González, especialista de investigaciones de esa institución del grupo empresarial BioCubaFarma.
Según la experta, este anticuerpo facilitará la detección de la dolencia mucho antes de que aparezcan los síntomas, y al mismo tiempo propiciará que el estudio con todos los neonatos sea sustentable y sostenible.
La especialista de la institución fundada en 1987 por el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, comentó que la introducción de este resultado de la ciencia facilitará la aplicación de acciones de salud que mejorarán de manera notable la calidad de vida social, educativa y familiar de los pacientes con FQ.
Este padecimiento afecta a varios órganos y sistemas, principalmente a los pulmones, pero también al páncreas, hígado, estómago e intestino, en los que origina la acumulación de mucosidad muy espesa.
La detección temprana propicia tomar medidas para impedir complicaciones frecuentes en los afectados por esa dolencia, originada por una mutación genética, y que provoca un funcionamiento deficiente de las glándulas exocrinas, lo cual hace que las secreciones del organismo sean más viscosas, se informó.
Indica la literatura sobre la FQ que los avances médicos en materia farmacológica y en la genética contribuyen a desarrollar nuevos tratamientos capaces de aliviar la dolencia; sin embargo hasta el presente no tiene cura.
Los médicos clasifican a esta enfermedad como multisistémica, ya que se hereda de forma autosómica recesiva y se hace visible, principalmente, mediante insuficiencia pancreática, dolencia pulmonar crónica y un aumento de la concentración de electrolitos en la sudoración.
Cuba logró en los últimos años un avance en su pronóstico a partir del diagnóstico precoz, nuevas terapias contra las insuficiencias pancreáticas, las infecciones respiratorias y con un tratamiento multidisciplinario capaz de enfrentar las múltiples dimensiones de este mal.
Otro aporte del CIE es el Sistema Ultra Micro Analítico (SUMA) de laboratorios, presente en la mayoría de los municipios del país y en los hospitales provinciales, según el Ministerio de Salud Pública.
Desarrollado en la década de 1980, no solo diagnostica la hepatitis B y C, sino que resulta una opción científica probada ante padecimientos como el VIH-sida.
Esta tecnología respalda el Programa Materno Infantil de la isla desde su implementación al facilitar las pesquisas neonatales y el diagnóstico de la deficiencia de enzimas como la biotinidasa, que provoca alteraciones neurológicas y cutáneas en los afectados.
La galactosemia es otra enfermedad hereditaria que origina lesiones en el sistema nervioso central y es diagnosticable tempranamente con el SUMA, sistema que también detecta en los recién nacidos la hiperplasia suprarrenal y el hipotiroidismo congénitos.
Por todas esas prestaciones los expertos valoran al SUMA como un método rápido, económico, confiable y lo califican de herramienta valiosa en los estudios psicosociales, clínicos y genéticos de los afectados con discapacidades y retraso mental.
Desde el punto de vista de la lucha contra el cáncer, permite descubrir posibles lesiones precancerosas y eliminarlas antes de que devengan tumores malignos, además de favorecer la producción de reactivos para atender las lesiones oncológicas prostáticas, consideradas la segunda causa de muerte en la población del sexo masculino en Cuba.
Vía: El Pais