Hace 91 años nació el cantor del llano, como fue conocido artísticamente Ángel Custodio Loyola, un día como hoy en el año 1926 en la localidad de Mata Arzolera en el estado Guárico.
Desde sus primeros años de edad, Loyola se inspiró en el campo y en las faenas propias de su localidad para componer piezas musicales y convertirse en un pionero del joropo.
Con 14 años realiza su primera presentación en público durante un baile en homenaje a San Lorenzo en el estado Barinas.
La infancia de aquel joven transcurrió en un ir y venir por ese pedazo de llano, surcado por ríos y caños, que une a los estados Guárico y Barinas (Zamora, para aquel entonces). En esa entidad no es difícil encontrarse hoy en día con parientes, amigos y familia de Loyola, regados por las parroquias del municipio Arismendi. Así como hombres y mujeres que lo vieron y escucharon cantar, recordándolo con admiración infinita, desde sus inicios como cantador en tierras del llano.
Formó parte de Los Torrealberos, a cargo del maestro Juan Vicente Torrealba. Sin embargo, Loyola no se sentía a gusto con la propuesta que ofrecía a los salones caraqueños, pues no creía que era el ritmo propio del llano.
Durante su participación en esta agrupación, este insigne cantante logró hacer notar temas como “El Gavilán”, “Tierra Negra”, “Pasaje Nº 1”, “El Carnaval”, “San Rafael”, “El Sancocho” y “El Pabellón”. Luego unió su talento al de “El Indio” Figueredo, cuya arpa era de su mismo estilo y gusto.
Como era natural en el llano, desde muy pequeño Loyola escuchó y admiró a copleros relancinos como el mentado Eliseo Flores, Manuel Pérez Acosta, Juan de la Cruz “Cucú” Pérez, Ricardo Acevedo, Ramón Delgado, Santana Peña, Valentín Díaz, entre otros que eran cantadores improvisados de fama local que no llegaron a grabar discos.
Gracias a su talento para el contrapunteo, el cantautor se escuchaba a través de la emisora Radio Nacional, logrando así despertar el interés en la música regia de las principales ciudades de Venezuela y Colombia.
En 1954, formó su propio grupo llamado Los Guariqueños. Con el grabó varios discos para el sello Discomoda, entre los que destacan “Llanero contramarcado”, “Buenos aires llaneros”, “Sentimiento Llanero”, entre otros. Mientras que para el sello Cachilapo grabó “El guariqueño sí sabe”.
Murió el 24 de septiembre de 1985, debido a un infarto. Tenía 59 años cuando su corazón dejó de latir en Cagua, estado Aragua. Sus restos fueron enterrados en el Cementerio Metropolitano de Maracay, para luego ser trasladados al Cementerio General de Calabozo, el 27 de septiembre de 1997.
Vía: VTV