Dos semanas después de que su amigo y mentor, Harvey Weinstein, fuera acusado de uno de los mayores escándalos de abusos sexuales en la meca del cine, el director Quentin Tarantino ha roto su silencio para pronunciarse al respecto y reconocer, en un revelador titular, que «sabía lo suficiente como para haber hecho más de lo que hice», como por ejemplo, dejar de trabajar con él hace tiempo.
El cineasta admite además que varias actrices, incluida su antigua novia, Mira Sorvino, le hablaron en su momento del comportamiento inadecuado del que hacía gala el productor cuando estaban a solas, y que incluso se enteró de que Rose McGowan había llegado a un acuerdo extrajudicial con él para silenciar un episodio sucedido en el Festival de Sundance en 1997.
«Lo que hice fue aislar esos incidentes. Cualquier cosa que diga ahora va a sonar como una excusa de mi*rda», admite en su entrevista a The New York Times, el mismo medio que destapó los casos de acoso y agresiones que el antiguo ‘rey Midas’ de la industria cometió durante décadas.
De esa forma, el responsable de filmes como ‘Pulp Fiction’ y ‘Malditos bastardos’ ha optado por desligarse de la versión de ‘no sabía nada’ abrazada por muchos de sus compañeros a la hora de pronunciarse sobre por qué nadie le paró antes los pies al productor.Tarantino y Weinstein han trabajado juntos en la mayor parte de la filmografía del particular director, primero en Miramax y más tarde, cuando este último y su hermano Bob se desvincularon de esa productora después de vendérsela a Disney, a través de The Weinstein Company.
Su último proyecto juntos fue ‘Los odiosos ocho’, aunque como el propio cineasta admite en esa misma entrevista, su relación iba más allá de lo profesional, y no trata de ocultar que se asemejaba a la de un padre y un hijo.
En la conversación de una hora que ha mantenido con el mencionado periódico, el director asegura sentirse «avergonzado» de no haberse dado cuenta que los casos que llegaban hasta sus oídos eran parte de «un patrón mayor de conducta» y, aunque en su caso ya sea algo tarde, hace un llamamiento al resto de hombres de la industria para que den un paso al frente y pasen de las palabras a la acción, admitiendo que algo «está podrido» en la industria.
Días antes de que la carrera y la reputación del productor se vinieran abajo, Weinstein y su mujer, Georgina Chapman -de la que se ha separado-, organizaron una fiesta íntima en el famoso bar Socialista de Nueva York, en la que no faltaron rostros muy conocidos del mundo del cine, para celebrar el compromiso de Tarantino con la cantante israelí Daniella Pick.
Desde entonces, el director afirma no haber podido hablar con su antiguo amigo, que según la versión oficial se ha refugiado en una clínica de rehabilitación para lidiar con su adicción al sexo. En opinión del realizador, eso no es excusa para que no sea un hombre y «afronte las consecuencias».En su caso, Tarantino es consciente de que su asociación con el productor y lo mucho que ha tardado en reaccionar ante las graves acusaciones que pesan contra este puede perjudicarle a nivel profesional.»No lo sé, pero espero que no sea así», apunta.
Vía: telemetro