Mientras más tiempo se abstiene de beber alcohol, más bajo es su riesgo de un trastorno común del ritmo cardiaco. Ese es el mensaje de un nuevo estudio a largo plazo que examinó el consumo de alcohol y la fibrilación auricular.
La fibrilación auricular ocurre cuando los impulsos eléctricos de las cámaras superiores del corazón son caóticos y provocan un latido cardiaco irregular, lo que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos que pueden provocar accidentes cerebrovasculares y ataques cardiacos.Los investigadores de la Universidad de California de San Francisco (UCSF) encontraron que por cada década de abstinencia del alcohol, el riesgo de fibrilación auricular se reducía en un 20 por ciento, independientemente del tipo de alcohol.
El estudio incluyó datos sobre el riesgo cardiaco recolectados a lo largo de 25 años de más de 15.000 adultos estadounidenses.Los que habían bebido en el pasado tenían un riesgo más alto de fibrilación auricular, encontraron los investigadores. Cada década adicional de consumo de alcohol en el pasado se asoció con un riesgo un 13 por ciento más alto de fibrilación auricular, y cada bebida adicional por día durante el consumo anterior se asoció con un aumento del 4 por ciento en el riesgo.
“En una enfermedad que afecta a millones y que es una de las causas más importantes del accidente cerebrovascular, identificar factores de riesgo modificables es particularmente importante”, enfatizó el autor principal del estudio, el Dr. Gregory Marcus, en un comunicado de prensa de la UCSF. Marcus es director de investigación clínica en la división de cardiología de la universidad.
“Las investigaciones futuras podrían ayudar a identificar a los pacientes que sean particularmente propensos a la [fibrilación auricular] relacionada con el alcohol, y cuando se haga esto, la consejería dirigida a esos pacientes podría ser particularmente efectiva”, añadió.“Nuestros hallazgos sugieren que quizá el alcohol tenga unos efectos de remodelado crónico en el corazón que no dependan del alcohol como desencadenante agudo, y se necesitan más investigaciones sobre el motivo de que esto ocurra”, concluyó Marcus.
Vía: el patagonico