El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, convocó este miércoles una consulta popular para eliminar de su Constitución Nacional la reelección indefinida aprobada por su predecesor y “padre político”, Rafael Correa.
Concretando el “parricidio”, llamado así por diversos medios de comunicación ecuatorianos como El Comercio o El Universo, Moreno plantea una consulta refrendaria de siete puntos que subrayan su “lucha” contra la corrupción dentro del Gobierno y el impedimento a Correa de volver a postularse para Presidente de la República, opción que ha dejado muy en claro tras su regreso al país meridional.
Tras haber pasado el período de 20 días para la decisión de la Corte Constitucional sobre si iba o no la consulta y no obtener respuesta, el actual mandatario nacional de Ecuador decidió por decretos (229 y 230) presidenciales darle la orden directa al Consejo Nacional Electoral de convocar a sus compatriotas a las urnas.
Diez días atrás, el 20 de noviembre, Moreno le advirtió al CC que “nada ni nadie puede ni debe ponerle cortapisas al pueblo para que se pronuncie” y ahora completa su advertencia con la siguiente aseveración hecha ayer miércoles, “porque es el derecho del pueblo y porque me ampara el artículo 105 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, he enviado al CNE los decretos ejecutivos 229 y 230 convocando a la consulta popular”.
Por su parte Correa calificó la decisión de Moreno como un “golpe de Estado” y una maniobra para “desmontar” su “legado”, además claro de inhabilitarlo como posible candidato a la presidencia, ya que estuvo en ese cargo por diez años corridos.
Hay que destacar que el Congreso de Ecuador aprobó en 2015 varias enmiendas constitucionales impulsadas por el líder del “Correismo” y una de ellas fue la reelección indefinida.
Tras su ruptura con Moreno, Correa ha dejado en claro sus aspiraciones a tomar nuevamente el control del poder político ecuatoriano, pero con esta decisión del actual mandatario, y de ser aprobada por los ecuatorianos, la batalla democrática por retomar el palacio estaría perdida para el amigo de Hugo Chávez.