¡Edad de los nunca!
Cuando llegamos a la edad de los 30 y 40, nos vemos al espejo y observamos algunas patitas de gallo o nos cansamos con mayor facilidad al subir y bajar escaleras, pero, ¿te has puesto a pensar que cuando estás en reuniones tú y tus amigos repiten la famosa y conocida frase: “a mí nunca me había pasado”?La “edad de los nunca” llega cuando se vuelven lentos los procesos de regeneración del organismo, modificaciones hormonales y metabólicas, así como alteraciones en la piel, por ello comenzamos a percibir de forma inmediata algunos cambios como resultado del envejecimiento:
- Cansancio
- Dificultad para dormir durante el día o la noche
- Presión arterial alta o baja
- Pérdida de cabello
- Aparición de canas
- Deterioro de la memoria y la vista
- Cambio de postura
- Arrugas
- Pecas o manchas en las zonas expuestas al sol
- Pérdida de hidratación en la piel ( “piel de cocodrilo”)
- Flacidez
- Cambios en la textura
- Líneas de expresión más evidentes
¡Detén el envejecimiento!
De acuerdo con el médico Ullianov Peralta, Investigador Clínico por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), al llegar a la tercera década de la vida es necesario ayudar al organismo a regenerarse y combatir los radicales libres que provocan la oxidación de nuestras células y por ende, del organismo.Una manera sencilla de hacerlo es al ingerir antioxidantes, los cuales ofrecen beneficios en el cuerpo, tanto internos como externos, ya que actúan a nivel celular como defensa ante los radicales libres, como Revidox (Stilvid), un suplemento alimenticio elaborado a base de uva, granada y selenio con propiedades antioxidantes.El envejecimiento es inevitable, sin embargo, podemos aprender a cuidar nuestro cuerpo para mantenerlo sano y reflejar lo mejor de nuestro interior hacia el exterior. Y tú, ¿cómo retardas el envejecimiento?