Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, arribaron la noche de este lunes a La Habana, en una histórica visita por el 500 aniversario de la ciudad, y en momentos en que las presiones de Washington arrecian contra Cuba.
“Un placer recibirlos a su llegada al aeropuerto internacional José Martí. Cuba los recibe con cálida hospitalidad”, escribió en Twitter el canciller Bruno Rodríguez.
Según un comunicado de la Casa Real de España, el viaje “sirve para poner de relieve y reforzar los lazos históricos y las relaciones bilaterales entre ambos países (…) y para reflejar, al más alto nivel, la excelencia e intensidad de las relaciones bilaterales entre la República de Cuba y el Reino de España”.
Las actividades oficiales del monarca inician el martes en La Habana y finalizan el jueves en Santiago de Cuba (este). Durante su estancia será recibido por el presidente Miguel Díaz-Canel y recorrerá lugares emblemáticos de la ciudad.
Esta es la primera visita de estado de un monarca español a la isla, una de las últimas colonias latinoamericanas en separarse de Madrid en 1898.
Su presencia ha sido entendida por especialistas como un espaldarazo a las inversiones españolas en la isla, sobre todo en turismo, bajo amenaza de demandas tras la activación de leyes estadounidenses que buscan hacer más severo el embargo que aplican contra La Habana desde 1962.
Tercer socio comercial de Cuba después de China y Venezuela, con intercambios de 1.390 millones de dólares en 2018, España ha criticado la política dirigida por la administración Trump.
Los reyes viajan acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, Josep Borrell, y por el secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de la Iglesia.
Felipe y Letizia partirán antes de las celebraciones centrales del 16 de noviembre.
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