Los dolores de lumbar, de espalda y de cervicales pueden generarse de la manera más simple, desde una siesta hasta un pequeño mal movimiento y en tiempos de cuarentena donde los medios de distracción o de trabajo son a través de las pantallas, nuestro cuerpo queda expuesto a posiciones poco favorables.
La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda cuyo origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral, si padeces de dolor en la lumbar, la página web Mujer Nueva comparte una serie de ejercicios clave para aliviar tu pesar.
1. Torsión suave y relajante
Túmbate boca arriba, dobla las piernas acercando las rodillas al pecho. Pasa una pierna por encima de la otra. Después coloca las manos debajo de la cabeza, con los codos pegados al suelo. A continuación, lentamente, deja caer las dos piernas a un lado, intentando mantener los hombros pegados al suelo. No es necesario que llegues a tocar el suelo con las piernas. Mantén la postura 20 segundos y recupera la posición inicial muy despacio. Recuerda respirar con suavidad durante todo el ejercicio.
2. Arqueamiento de la columna
Sitúate como si fueses un perro, a cuatro patas. Coge aire y, mientras lo sueltas, redondea la espalda con el abdomen apretado y la cabeza entre los hombros. Vuelve a la posición original relajando el abdomen. La respiración es tan importante como el movimiento. Procura que sea lenta y profunda.
3. Abre la espalda y relaja lumbares
Siéntate con las piernas semiflexionadas y la espalda recta. A continuación, echa el cuerpo ligeramente hacia delante curvando poco a poco la espalda. Abraza las piernas con los brazos. Mantén los pies en posición de «flex» (con la punta de los dedos hacia arriba). Respira de forma lenta. Revisa mentalmente todo tu cuerpo para comprobar que no hay tensiones. Quédate así 30 segundos.
4. Cadera más flexible
Túmbate boca arriba y coloca las manos bajo la cabeza con los codos tocando el suelo. Dobla las piernas y déjalas caer una a cada lado, abriéndolas como un libro. Pega las plantas de los pies una contra la otra. No te preocupes si no se abren demasiado las caderas. La flexibilidad es algo que requiere tiempo. Relájate y respira lentamente. Mantén la posición 30 segundos y ayúdate con las manos para cerrar las piernas. Practícalas varias veces a la semana y empezarás a notar los resultados.
Aprovecha todo el tiempo de descanso que tienes y aminora tu dolor con la práctica de estos ejercicios desde la comodidad de tu casa. Aun así, se recomienda tomar en cuenta la gravedad de tu padecimiento, e indagar un poco más, tomate tu tiempo en captar el ejercicio, y recuerda que lo importante es hacer el movimiento correctamente.
Redaccion E/A