Todos sudamos en mayor o menor medida. Por ende, recurrimos al desodorante para evitar los malos olores. En el mercado existen varias opciones a las que podemos recurrir: desodorante en roll-on, en barra o en aerosol. ¿Cómo saber cuál es la mejor opción o si pone en riesgo tu salud?
¿Por qué sudamos?
Nemours Children’s Health señala que el cuerpo funciona correctamente cuando está en 37°C aproximadamente. Si la temperatura aumenta, el organismo manda señales de que algo no va bien. Para regular la temperatura, el hipotálamo envía la señal para que el cuerpo sude y así se estabilice la temperatura.
Al llegar la señal al organismo, las glándulas sudoríparas comienzan a producir sudor. La transpiración (sudoración) está compuesta de agua y otras sustancias químicas como azúcar, sales, urea y amoníaco. Al sudar se eliminan los desechos que produce el cuerpo, por medio de los poros.
El sudor, ¿tiene olor?
El sudor por sí solo no tiene olor, indica Nemours Children’s Health. Las bacterias que viven en el cuerpo, al mezclarse con el sudor, son las que originan el mal olor. Considera que éste es normal, aunque es raro en los niños y cuando se suda en exceso podría ser señal de un problema mayor.
Algunos factores que acentúan el olor:
El pH de cada ser humano.
Tejidos sintéticos, impiden que la piel transpire de forma adecuada.
Estrés.
Algunos alimentos: cebolla, alcohol, café, ajo.
Factores genéticos.
Desodorante y antitranspirante, ¿son lo mismo?
Desodorante. Su principal función es enmascarar o eliminar el mal olor de las axilas. Suelen componerse de sustancias antisépticas e inhibidoras de las bacterias que causan el mal olor. Para mejores resultados, hay que considerar factores externos e internos.
Antitranspirante. Evita la transpiración. Al ser productos de larga duración, podrían ocasionar el bloqueo temporal de las glándulas sudoríparas por sustancias como aluminio o sales de aluminio. De acuerdo a los Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica, el abuso en el uso de antitranspirante puede ocasionar diversos problemas de salud, por ejemplo, arritmia cardíaca. Al respecto, Laura Tirado Gómez, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que hay opiniones divididas sobre el uso de antitranspirante y cáncer de mama. Ella sugiere que las mujeres que lo usen, laven bien sus axilas para dejar que las glándulas sudoríparas transpiren correctamente. Recomienda hacer la autoexploración a partir de los 25 años, 7 días antes de la menstruación (porque en otros días las mamas retienen líquido) para detectar cualquier problema.
Algunos ingredientes pueden tener efectos secundarios en la salud, por ejemplo:
Alcohol. Ingrediente poco peligroso. Cuidado si la piel es muy sensible, pues puede irritarla.
Aluminio. Ingrediente principal de los antitranspirantes para impedir el paso del sudor. El Instituto Nacional de Cáncer señala que no hay suficiente evidencia médica para asegurar que influya en el cáncer de mama. Sin embargo, los químicos del aluminio sí tienen relación con la acción del estrógeno (hormona que fomenta el crecimiento de células cancerígenas en el seno).
Ftalatos. Se usan en diversos productos de limpieza del hogar y de higiene personal. Pueden ocasionar problemas endocrinos y daños al medio ambiente, indica Nutrición Hospitalaria.
Parabenos. La Academia Española de Dermatología y Venereología indica que producen reacciones en la piel.
Triclosán. Se le relaciona con la resistencia a antibióticos, aparición de alergias y alteraciones endocrinas.
¿En qué momento debe usarse la protección?
La Sociedad Internacional contra la Hiperhidrosis señala que es mejor aplicar el antitranspirante por la noche y con la piel seca. Durante el sueño, la producción de sudor disminuye al mínimo.
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