En la comunidad de Colinas de Los Próceres, parroquia Agua Salada, llevan más de 9 años sin suministro de agua potable por tubería. Esta situación mantiene en angustia a los vecinos de este popular sector, quienes a diario se las ingenian para garantizar, por sus propios medios, el agua en sus hogares.
La comunidad subsiste gracias a los pozos profundos que algunos residentes han construido para vender agua a sus vecinos y así también abastecerse. Aquellos que tienen medios para transportar el agua, la compran directamente de quienes tienen pozos profundos, mientras que otros recurren a los vendedores ambulantes que cargan y venden agua.
«En el sector ya estamos cansados de la misma situación y la desidia, de no tener agua como antes. Hace muchos años, el agua era permanente a través de las tuberías; no sabemos qué cambió todo esto. Ahora, los que sufrimos somos los que vivimos aquí», dijo María Hernández.
Yanitza Martínez