Andrés Guzmán Escobari explicó que Bolivia necesita “ganar apoyos” en el tema marítimo y que “al ponerse al lado” del régimen venezolano, el país “está perdiendo”.
El apoyo «incondicional” del presidente Evo Morales a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, le pasará factura al país cuando Bolivia inicie las negociaciones con Chile por la demanda marítima para lograr una salida soberana a las costas del Pacífico, aseguran dos internacionalistas.
«Va a tener un costo alto apoyar a Venezuela, por sobre todo lo que será en la negociación que posiblemente se puede abrir con el fallo de La Haya por el mar”, afirmó el internacionalista Andrés Guzmán Escobari.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya aún no emitió un fallo por el litigio marítimo, pero autoridades y legisladores del oficialismo y la oposición consideran que el veredicto será en favor de la causa nacional.
En criterio del internacionalista Arturo Yáñez, el apoyar al régimen de Maduro revela «la doble moral” del gobierno de Morales, porque «deja a un lado el discurso de la paz cuando justifica el uso sistemático de la fuerza que emplea el régimen venezolano contra sus ciudadanos”. El especialista también dijo que el respaldo del Gobierno demuestra «el absoluto desconocimiento que demuestra (el Ejecutivo) con elementales parámetros democráticos o el respeto de los derechos humanos”.
El presidente Morales viajó el fin de semana a Venezuela para asistir a una «cumbre” de movimientos sociales en defensa del Gobierno venezolano, que permanece sumergido en una crisis política y «desamparado” por la comunidad internacional.
Bolivia está entre los países de la región que apoya al régimen de Venezuela de manera absoluta. Aquello se vislumbró de forma nítida cuando en marzo -al contrario de la comunidad internacional- Morales expresó su «incondicional apoyo” a Maduro, cuando el Legislativo de ese país fue relevado de sus competencias por el Tribunal de Justicia. Entonces, varios países calificaron aquella acción como un «golpe de Estado” (al final esa medida quedó sin efecto).
Esa posición del Gobierno -dijo Yáñez- afecta a los intereses nacionales, pues en el ámbito de las relaciones exteriores el país «está completamente aislado, precisamente por su impresentable apoyo a Maduro, cuando desde todo punto de vista, debiéramos como Estado, más bien, construir puentes y no destruirlos”. En ese marco, el internacionalista se preguntó: «¿Ese aislamiento nos ayudará, por ejemplo, tratándose de nuestro litigio con Chile para el tema marítimo?”.
No obstante, el presidente Morales manifestó que «tenemos la obligación, como latinoamericanos, de hacer todos los esfuerzos para que se resuelva mediante el diálogo cualquier conflicto político” en la región.
El Jefe de Estado expresó que ese es el mejor mecanismo para garantizar la democracia y la paz en América Latina. «Acompañaremos todos (el diálogo) porque en nuestra región debe imperar la paz (…), una paz con soberanía y dignidad de toda América Latina”, dijo Morales, reportó ABI.
En criterio de Guzmán Escobari, el Gobierno no aplica una «política inteligente”, porque aísla a Bolivia de la comunidad internacional, cuando debiera sumar respaldos. «No es una política inteligente. Bolivia necesita ahora ganar apoyos y al ponerse al lado de Venezuela, Bolivia los está perdiendo porque todos los países de la región están en contra de todo lo que está pasando en Venezuela; entonces, obviamente que a Bolivia no le conviene apoyar a Venezuela”, sostuvo Guzmán.
El expresidente Jorge Tuto Quiroga afirmó -en una anterior oportunidad- que el Gobierno le da vergüenza y pena, porque apoya a Maduro, mientras otros países de la «comunidad democrática internacional” censuran las acciones de ese régimen.
Para Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia, el apoyo de Morales a Maduro no afecta ni ayuda en nada a las relaciones comerciales, debido a que Venezuela está pasando por problemas económicos.
«Hay escasez, es de dólares. Entonces, las relaciones del empresariado privado de Bolivia con el empresario privado de Venezuela y las personas que están comprando tienen dificultades para conseguir divisas. Ahora, las relaciones que tiene Bolivia con el Gobierno de Venezuela son buenas, pero no se están traduciendo en una mayor demanda de nuestros productos porque Venezuela tiene problemas económicos”, manifestó Rojo.
Vía: Pagina siete